Te das cuenta
lo que es la liviandad
después de haber sentido
tanto peso sobre tu espalda.
Tu garganta tuvo piedras
largo tiempo.
Todavía las tiene.
Por eso no pudiste cantar.
Ahora sentís mejor
el aire que pasa.
Ahora cantás
desde el silencio.
Este poema forma parte de
Sismo, primer libro de mi autoría.
1 comentario:
Siempre se puede cantar,
aun teniendo piedras,
eso es resistencia,
y triunfo al fin!!
Publicar un comentario