Algunas personas quieren borrar la historia
pero otras son las que la construyen
con memoria, de los datos que circulan.
La historia real, verdadera
(por ser con datos que refieren a algo exacto
que sucedió de determidada manera
en un momento y lugar
y se registra eso, no con datos falsos
sino precisos y verdaderos)
como una ciencia y a la vez un arte,
se pasa de boca en boca, entre vecinos y amigos
artistas y laburantes.
No desaparece lo esencial:
el trato, la mirada, la palabra
la importancia del gesto
bien dado, y el relevo
de lo real y necesario
del afecto
de una generación
a otra.
De boca en boca.
Palabra por palabra
no es poca cosa.
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