Es un deporte: hay quienes
lo practican por placer.
Pescador que no busca mostrar
ni comer, sino ver
el resultado de su espera
escucha y calma.
Tanto mar adentro como en aguas
dulces de caudalosos ríos,
atento vigía de noche o de día.
Sea el pez que sea, disfruta
la sensación de tocar
fuera de su hábitat, al ser
que aparece como de otro mundo
otra dimensión.
Goza del instante en que
lo tiene entre manos.
Observador, prefiere mirar
desde afuera
¿Temeroso de las mareas y
cómo afectan las corrientes?
Puede desprenderse
de su logro.
Si se mandara a nadar
ya no sería pecador
sino como un pez.
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