Carta a una amiga - Martina B. Vibart


Un río que crece
a veces tiene menos caudal
pero lo podés contemplar
con buena compañía.
Y hay que atravesarlo
construyendo puentes.

Que sea lo que sientas,
algunos días no es fácil
de llevar.

Pero siempre está
la posibilidad de encontrarnos
a conversar y buscar la manera
de alivianar la realidad
que puede volverse dura.

Remar se hace
necesario.

Pateá el tablero.
No es un juego ni un sueño.
Es nuestra amistad llamando.




No hay comentarios: