La juventud y la historia según Nietzsche (1874)





"(...) Se sabe bien de qué es capaz el estudio de la historia, cuando se le da cierta preponderancia, se sabe demasiado bien: desraizar los instintos más fuertes de la juventud: su ardor, su espíritu de independencia, el olvido de sí mismo, el amor; se puede atemperar la fogosidad de su sentimiento de la justicia, contener o suprimir su deseo de madurar lentamente, suplantándolo con el deseo opuesto de estar cuanto antes presto, de ser cuanto antes útil y productivo, corroyendo con la duda la sinceridad y la audacia de los sentimientos; sí, la historia es capaz de frustrar a la juventud de su más bello privilegio, de su facultad de implantar en sí, en un arranque de fe desbordante, una gran idea y hacer que crezca y se convierta en otra idea más grande. Cierto exceso de historia es capaz de hacer todo esto; lo hemos visto: porque este exceso de historia, al desplazar continuamente sus perspectivas sobre el horizonte, removiendo la atmósfera que lo rodea, no permite al hombre sentir y actuar de modo ahistórico. El hombre se retira de un horizonte infinito para replegarse en sí mismo, en el más pequeño círculo egoísta donde está condenado a marchitarse y atrofiarse: probablemente llegará a la habilidad, jamás a la sabiduría.(...)"






En "Sobre la utilidad y los perjuicios de la historia para la vida" (1874), de Nietzsche. 
Donde, desde las exigencias modernas, hace una fuerte crítica a la "sobresaturación histórica" que puede ser "peligrosa y hostil a la vida". 




1 comentario:

Iñaki dijo...

ay
no por nada es el filósofo más grande de la historia...
qué lindo que lo estés leyendo, yo no lo hice aún. Y lo necesitaría...
Gracias gracias gracias
Te comenté lo de Alfonsina!
Y estaré espectante por el post de Antonio Preciado!!!
abrazo descomunal!